El blanco es un color que transmite limpieza y pureza, de ahí su uso tan común en estancias de la casa como el baño y la cocina. Pero muchas veces nos puede dar como resultado una estancia fría y poco acogedora. Hoy os quiero dar una serie de consejos para aportar a las cocinas blancas calidez, y hacer que esta estancia sea más acogedora aunque su principal color sea el blanco, ¡vamos a ello!
Los suelos en madera o imitación a ella le darán mucha calidez a la cocina. Si las paredes y muebles son blancas, apuesta por este tipo de material para el suelo.
En esta cocina se han añadido unas grandes lámparas estilo industrial en color negro, que rompen con el blanco del mobiliario y paredes.
Plantas y accesorios decorativos repartidos por la bancada de la cocina, accesorios mayoritariamente de madera o de algún otro color/material que contraste con el resto.
Si la pared es toda blanca, puedes optar por colocar alguna lámina o cuadro para hacer la estancia más acogedora. En este caso se ha elegido una imagen en tonos neutros, que está en consonancia con el resto de tonos de la estancia.
En esta cocina se le ha dado protagonismo a las banquetas y a sus lámparas colgantes. Con una base blanca, basta con elegir un material que destaque. Aquí se ha elegido la piel y el dorado, otorgando con ellos elegancia a la cocina, a su vez que la hace más acogedora, gracias a el color de la piel.
Los papeles pintados también son una muy buena opción para colocar en zonas húmedas como es la cocina. Los hay especiales que soportan muy bien la humedad y no dan ningún tipo de problema. Con el blanco como base podemos optar por muy diferentes estilos de papel, hay cientos de motivos y colores, dependerá del estilo que queramos darle a nuestra estacia.
Espero que os haya gustado y os sirva de inspiración a la hora de elegir materiales para la decoración de vuestras cocinas. El blanco es siempre una opción que seguro no falla y muy atemporal.
¡Feliz miércoles!