Hoy visitamos una vivienda con un interior elegante a la vez que desenfadado, con una decoración basada en el binomio blanco-negro, excepto en el dormitorio infantil que se le ha añadido algún toque de color para hacerlo más divertido y alegre. Existe un gran contraste entre el interior y el exterior de esta vivienda, su fachada en color rojo contrasta con este interior blanco-negro, nadie diría al ver su fachada que se iba a encontrar una decoración interior con tanta elegancia y sin apenas color, ¡a mi me ha pasado!. En la planta baja se distribuye la cocina, comedor, salón en un solo espacio abierto, lo cual ayuda a obtener gran luminosidad y sensación de amplitud al espacio. Os dejo con sus imágenes:
¿Qué os ha parecido?
¡Feliz jueves!
Via: Planete-Deco