Cada vez son más las personas que trabajan desde casa, ya sean todas las jornadas de su trabajo, o en alguna ocasión. El Teletrabajo vino con la pandemia y, en muchas ocasiones, se ha quedado como regla.
Es muy importante el tener un espacio de trabajo en casa que sea agradable, funcional y confortable. Para reunir todos estos requisitos, la iluminación asume un papel muy importante. Como en cada espacio, deberemos prestar atención a los diferentes tipos de iluminación a la hora de iluminar el despacho; la luz general y la luz puntual son la que veremos en el post de hoy. Según la iluminación que elijamos, podemos sentirnos más o menos cansados al terminar la jornada.
Lo primero de todo es pensar también en su decoración, no debemos recargar los espacios de trabajo, se pasan bastante horas en él y tiene que ser algo relajado y equilibrado. Así que en sus lámparas, también buscaremos que sean sencillas, lo importante que tengan una buena iluminación.
Es recomendable usar LED, ya que esta tecnología tiene un consumo y rendimiento muy superior al de las luces tradicionales, lo que es de agradecer especialmente en lámparas como la de los despachos, que están encendidas durante más tiempo.
LUZ GENERAL
Normalmente lo primero que se piensa al tener un despacho en casa es en la lámpara-flexo de la mesa, y en realidad se debería contar primero con una iluminación más general, que nos ilumine desde arriba todo el espacio. Es la luz más importante en una zona de trabajo. Debes estar colocada justo encima, un poco más adelantada del puesto de trabajo, para evitar que proyectemos sombras con nuestra posición.
Para este tipo de iluminación podemos elegir lámparas colgantes lineales, que dispersan bien la luz por la zona de trabajo. Os enseño algunas de Lamparas.es, ya sabéis que disponen de un gran catálogo de luminarias, para todo tipo de estilos, estancias, necesidades…
LUZ NATURAL
Para esta luz general, lo ideal sería buscar luz natural. Colocar la mesa junto a una ventana, lo ideal sería enfrentados a la ventana, para que no refleje la luz en la pantalla, o en perpendicular a la ventana. Asegurate que tienes unas cortinas para tamizar la luz y el calor del verano y que no lleguen a molestar mientras trabajamos.
FLEXO, LUZ DE APOYO
Si la luz general no podemos usarla siempre, o en ocasiones creemos que pueda ser escasa, apóyate de un flexo. Siempre hay que colocarlo en el lado contrario al que escribimos, para nos hacernos sombras con nuestra mano al escribir. Si la mesa es algo escasa, conviene colocar los flexos colgados en alguna pared contigua al escritorio, siempre y cuando sea posible. También se pueden usar flexos de pinza, agarrados a alguna estantería.
El flexo debería ir con un brazo por encima de tu cabeza y centrado en la zona de trabajo. Lo ideal es que la pantalla tenga la mayor apertura posible y que la salida de la luz esté oculta para no ver la fuente de luz, para evitar deslumbrarte. En este sentido, los flexos lineales son los mejores. También son prácticos los que ofrecen la posibilidad de regular la intensidad, porque nos puede ayudar a poner la luz que realmente queremos usar en cada momento de trabajo.
POTENCIA IDEAL
Si hablamos de potencias, lo ideal es que la zona de trabajo esté iluminada con unos 500 lúmenes. Hay que evitar muchos contrastes, la luz tiene que ser lo más uniforme posible, para evitar muchas sombras y/o reflejos.
TEMPERATURA DE LUZ
En las oficinas se suele contar con una luz bastante fría, de al menos 4.000º K, porque la luz con un alto contenido de azul dicen que mantiene alerta, activo y apoya tu concentración, dicen que se prolonga así la jornada laboral. Pero si vamos a trabajar en casa y queremos crear una zona de trabajo más agradable, lo ideal sería en torno a 2.500º K, una luz ni muy cálida ni muy fría.
Y estos tips de iluminación, espero que os ayuden a poder crear en casa vuestro espacio de trabajo ideal, en el que trabajar a gusto.
Nos vemos en la próxima entrega!