Las vigas son ahora un elemento decorativo del que podemos hacer uso en cualquier vivienda y en cualquier estancia, siempre teniendo en cuenta una serie de pautas.
Si nos enfrentamos a una reforma de vivienda antigua, en la cual nos hemos encontrado unos techos con vigas de madera antigua, ¿por qué no conservarlas? Para ello tendremos que asegurarnos de que están en perfecto estado y si no, deberemos hacerles el tratado y arreglo correspondiente. Son muy bonitas y nos dan un toque acogedor a las viviendas. Podemos dejarlas en su color natural o incluso, si queremos darle más luminosidad al espacio o un toque más actual, podemos pintarlas de blanco o algún otro color acorde al resto de decoración.
Pero unas vigas siempre estamos a tiempo de colocarlas aunque no estuvieran en origen en la vivienda. Hoy en día podemos encontrar una gran variedad de ellas. Desde unas vigas antiguas recuperadas de algún derribo, las cuales podemos encontrarlas en aserraderos, carpinterías, almacenes de derribo, anticuarios… Hasta vigas hechas a medida de la madera que elijamos o incluso de hierro .
Pero además, podemos encontrar vigas meramente decorativas hechas con poliuretano de alta densidad, un material ligero y muy fácil de instalar y mucho más económico que la madera. Se puedes pintar y además, al estar huecas, son una opción ideal para ocultar cables o tubos de instalaciones.
Un elemento decorativo que hoy en día podemos colocar tanto en viviendas más rústicas como en otras de estilo clásico o modernista. Es tan amplia su gama de acabados, que es apta para todos los estilos decorativos. Eso si, cuidado con las estancias pequeñas y con techos bajos, que unas vigas de madera podrían hacer el espacio mucho más pequeño. En todo caso, colocarlas en color blanco, nunca en tonos oscuros.
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